
La ciudad de Esquel es la entrada a una incomparable región cordillerana cuya naturaleza sorprende al viajero durante todas las estaciones del año. Esquí, Trekking, rafting, cabalgatas, montañismo, pesca y tantas actividades como puedan imaginarse en medio de paisajes asombrosos; entre los que se destacan densos bosques, selvas que resguardan Árboles milenarios, ríos bravíos y espejos de agua que seducen y sorprenden.
Desde esta ciudad se puede combinar la tranquilidad de los sitios alejados, la belleza de la cordillera de los Andes, la inmensidad de la estepa patagónica y una rica historia de pueblos originarios e inmigrantes.
La Trochita , un viaje que atraviesa los paisajes y el tiempo
El Viejo Expreso Patagónico llega por primera vez a Esquel el 25 de mayo de 1945; sus locomotoras datan de fines del siglo XIX y su trocha es de tan solo 75 cm.
En sus comienzos, este histórico tren a vapor cumplía una función netamente social, trasladando pasajeros y mercancías. Hoy recibe el afectuoso nombre de “La Trochita”, un verdadero museo rodante que representa el fiel espíritu patagónico.
Recorridos
La Trochita sale de la Estación Esquel y, luego de recorrer 18 km, llega a la estación Nahuel Pan, lugar de residencia de una comunidad mapuche-tehuelche. Allí, el tren detiene su marcha y, mientras hace las maniobras para el regreso, los pasajeros pueden visitar la Casa de las Artesanías y el Museo de Culturas Originarias, atendidos por residentes de la misma comunidad.